Planificación rígida vs planificación flexible

Cómo encontrar el ritmo que tu creatividad necesita... Durante años intenté organizarme como me decían que tenía que hacerlo: listas de tareas interminables, calendarios que parecían obras de arte, objetivos trimestrales detallados al milímetro. En teoría, todo debería haber funcionado, pero en la práctica… me sentía cada vez más frustrada, más desconectada de mi energía y de mi verdadero movimiento creativo. Hasta que un día entendí: no es que yo fuera inconstante o "desorganizada". era que estaba usando una estructura que no estaba diseñada para la forma en que mi mente funciona

Cómo encontrar el ritmo que tu creatividad necesita

Durante años intenté organizarme como me decían que tenía que hacerlo: listas de tareas interminables, calendarios que parecían obras de arte, objetivos trimestrales detallados al milímetro. En teoría, todo debería haber funcionado, pero en la práctica… me sentía cada vez más frustrada, más desconectada de mi energía y de mi verdadero movimiento creativo.

Hasta que un día entendí: no es que yo fuera inconstante o “desorganizada”. era que estaba usando una estructura que no estaba diseñada para la forma en que mi mente funciona

¿Qué pasa cuando seguimos un sistema de planificación rígido?

Los métodos tradicionales tienen una lógica clara:

  • Se establecen metas concretas.
  • Se dividen en tareas específicas.
  • Se asignan plazos fijos.
  • Se mide el avance de forma lineal.

El problema es que la creatividad, la sensibilidad y la energía no son lineales.
No podemos predecir cuándo vamos a tener un pico de inspiración ni forzar a nuestra mente a producir siempre al mismo ritmo.

Entonces, cuando seguimos un plan demasiado rígido:

  • Nos sentimos atrapadas en un esquema que no respeta nuestros ciclos internos.
  • Empezamos a fallarnos (o a sentir que nos fallamos) cada vez que algo no sale como estaba “planeado”.
  • Perdemos la conexión genuina con nuestras motivaciones profundas.

La consecuencia más peligrosa no es el “no cumplir”, sino que dejamos de confiar en nosotras mismas.

¿Qué es, entonces, la planificación flexible?

La planificación flexible no es “hacer cualquier cosa”.
Es crear un marco de contención, una estructura viva, que acompaña tu energía real en lugar de luchar contra ella.

Es pasar de preguntarte: “¿Cómo cumplo con todo esto que escribí hace un mes?”
a “¿Qué necesita hoy mi proyecto para seguir creciendo, desde donde estoy y cómo me siento?”

¿Cómo empezar a planificar de forma flexible en la práctica?

Acá te comparto algunas acciones concretas que podés empezar a aplicar hoy mismo:

1. Empezá cada semana con una “intención abierta”

En vez de definir 15 tareas específicas, elegí una intención general para tu semana, algo que te dé dirección, pero te deje espacio para moverte.

Ejemplo real:

  • Esta semana quiero acercarme más a terminar mi proyecto.
  • Esta semana quiero volver a conectar con lo que me inspira.

👉🏼 Cómo hacerlo:
Escribilo en la primera hoja de tu agenda o ponelo como fondo de pantalla. Que sea tu ancla emocional.

2. Creá listas de “opciones”, no de “obligaciones”

En lugar de hacer una lista fija de tareas diarias (que te puede agobiar si cambia tu energía), creá listas de opciones que puedas elegir según cómo te sientas.

Cómo armar tu lista:

  • Dividí tus opciones en 2 categorías:
    🔥 Alta energía (crear, escribir, grabar, diseñar)
    🌙 Baja energía (responder mails, acomodar archivos, leer)

Cada mañana, en vez de forzarte a cumplir una tarea fija, preguntate:
“¿Cómo me siento hoy?” y elegí la acción que mejor encaje (esto no cuenta si tenés alguna tarea de urgencia que necesitás terminar o entregar, a veces necesitamos obligarnos un poquito)

👉🏼 Tip: Esto no es perder foco, es aprender a fluir sin dejar de avanzar.

3. Usá mini hitos, no metas gigantes

Los grandes objetivos pueden ser abrumadores si los vemos como un todo cerrado, la planificación flexible propone fragmentarlos en pequeños hitos alcanzables que podés ajustar semana a semana.

Cómo hacerlo:

  • Pensá en tu gran proyecto.
  • Preguntate: ¿Cuál es el siguiente paso mínimo que puedo dar en esta dirección?
  • Eso se convierte en tu hito de esta semana.

Ejemplo real:
Si tu objetivo es lanzar una web, en vez de “terminar la web”, tu mini hito puede ser:

  • Escribir el primer borrador de la sección “Sobre mí”.

👉🏼 Cada mini hito logrado, alimenta tu motivación de forma realista.

¿Qué ganás cuando planificás de manera flexible?

  • Más conexión con tu energía real.
  • Menos culpa y frustración.
  • Avances sostenidos, a tu ritmo.
  • Confianza interna en tu capacidad de crear.

Y, sobre todo, un proceso que te nutre en lugar de agotarte.

Porque no se trata solo de lograr cosas, se trata de en quién te convertís en el camino.

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